viernes, 11 de septiembre de 2015

Guerra, Muerte y Fronteras.

Dedicado a todos los hermanos Sirios que tienen la desdicha de sufrir y lidiar con este levantamiento bélico al que se enfrentan.
Y a mis paisanos Latinos que día a día intentan cruzar la frontera hacia Estados Unidos huyendo del crimen organizado, la corrupción y el desempleo latente en nuestros países.

Toda muerte es un daño irreparable,
esporas sobrevuelan los aires
hay manos repartidoras de muerte,
un dedo sobre el gatillo,
la mirada en el objetivo y un cuerpo cae desplomado,
al suelo, como un objeto desechable, inservible. 

Rostros marginados llenan las fronteras,
pasaporte en mano,
otros sin él con maleta en hombro,
quieren olvidar el pasado,
lloran su presente y
construyen un futuro.

El miedo sale por sus ojos como esperanza
y motor, buscan albergue
con otra lengua,
con otra cultura, con otro modo de vida,
pero con una misma convicción “querer vivir”.

Apesta a muerte,
se le puede oler en el viento, 
los caminos, a las orillas del mar,
las veredas y entre los ríos,
camina entre los que quedan atrás,
olvidados, desolados y sin refugio.

¿¡Quiénes somos nosotros,
quiénes son ellos,
quiénes son ustedes,
para levantar muros, vallas y cercas divisorias!?

Estas guerras,
para algunos un mal benigno,
para otros una tragedia,
para aquellos una desgracias,
para mí “un daño irreparable”

Todos somos culpables,
todos participes,
todos acreedores,
todos responsables,
todos somos todo y,
nadie es parte de la nada.
            
Al mundo se lo está llevando la chingada, 
nos está llevando la chingada
y muchos seguimos sin hacer nada...                                 

Enrique Caro.

Enrique Caro_Alguna vez te amé

Enrique Caro_Mentir